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    Cine Alemán Siglo XXI

    LAST NIGHT (SÓLO UNA NOCHE, M. TADJEDIN, 2010)

    EL FIN DEL ROMANCE

    “Retrato romántico de una lánguida pareja que fracasa al intentar captar la realidad matrimonial debido a una superficial y tópica narrativa."

    A vueltas con el desamor. En la actualidad el género romántico se ha convertido en un simple recurso comercial del cine americano lejos del estilo de Richard Linklater o John Cassavettes. Una nueva corriente sobre la triste evolución del romance se ha instaurado en la industria independiente estadounidense. Una corriente que comenzó la adaptación de la cruda novela de Richard Yates, Revolutionary Road, dirigida por Sam Mendes en 2008. Le siguieron los dramas Rabbit Hole (John Cameron Mitchell, 2010), Blue Valentine (Derek Cianfrance, 2010) y Like Crazy (Drake Doramus, 2011) junto a la comedia 500 Days of Summer (Marc Webb, 2009). Cintas que narraban el proceso de separación física y emocional de una pareja con realismo y sensibilidad. Lejos de esa metamorfosis afectiva llega la ópera prima de Massy Tadjedin, Sólo una Noche (Last Night, 2010), cabeza de cartel del pasado Festival de Tribeca.

    Tadjedin, joven realizadora de origen persa, había ocupado su corta carrera cómo guionista de filmes cómo The Jacket (John Marbury, 2005). Con Sólo una Noche da el salto detrás de la cámara adaptando un libreto que lleva su rúbrica. Sólo una Noche obvia todo el bagaje vital de una joven y acomodada pareja neoyorquina y se centra en su eterno penúltimo episodio de inseguridades, hastío y celos. El filme intenta presentar el lado realista de una relación donde la monotonía ha invadido sus vidas y todo se ha convertido en gris e insustancial. Bifurcada en dos segmentos, la cinta de Tadjedin intenta jugar con los prejuicios del espectador ofreciendo el comportamiento de cada miembro de la pareja en una noche llena de soledad y tentación.

    El resultado es irregular y a medida que transcurre el metraje, al igual que la pareja, se convierte en monótono e intrascendente. Sólo una Noche es una obra de contrastes que realza por momentos la fracción narrativa que interpretan Keira Knightley y Guillaume Canet. Ella cómo una débil esposa, él como un siempre enigmático deseo pasional y ambos reencontrados por azar. Una parte interesante con cierto aire al díptico de Richard Linklater (Antes del Amanecer-Antes del Atardecer) pero que de manera idéntica al filme se pierde en su globalidad. Algo que ya ocurre de antemano con el fragmento protagonizado por Sam Worthington y Eva Mendes. Él un esclavo del trabajo, ella una tentadora alternativa amorosa que vivirán una tensión sexual no resuelta en un viaje rutinario. Todo unido por el eje del film que es el matrimonio que conforman Knightley y Worthington. Dos historias donde todo es lo que parece pero que no supone eco alguna en sus vidas y aún menos en las del espectador.

    Porque pese a sus destellos Sólo una Noche no logra conectar con el público en ningún sólo momento. Aunque su narración puede provocar una fácil extrapolación a las propias vivencias, todo resulta demasiado artificial. El punto de partida falla ya que es evidente la escasa química matrimonial. Todo lo que suceda después, incluyendo su realista final lleno de acierto, no provoca ningún tipo de interés. A su favor resulta un digno entretenimiento pero que no cala o trasciende. El citado final supone una excelente reflexión fuera de sala. El tradicionalismo social puede con el amor. En ocasiones, una perversa unión en lucha con la soledad.

    "Las heridas que no se ven son las más profundas".
    William Shakespeare.

    Lo Mejor: Guillaume Canet y Keira Knightley.

    Lo Peor: El segmento Worthington-Mendes. La leve capacidad de conexión.

    Puntuación: 5/10 CINE USA 2010/DRAMA ROMÁNTICO.
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